Parque Nacional de Kemeri
2023
En un día nublado y mientras caminábamos por las pasarelas que se elevaban sobre las ciénagas, sentimos una sensación de misterio envolviéndonos. Las nubes bajas agregaron un toque de misticismo al entorno, haciendo que la experiencia fuera aún más fascinante.
Desde las pasarelas, pudimos admirar la vastedad de las ciénagas y su intrincada vegetación.
Llegamos al mirador que se alzaba por encima de las ciénagas. Desde allí, la vista era impresionante. A pesar de las nubes, pudimos contemplar la extensión de las ciénagas y la belleza natural que las rodeaba. Era como si estuviéramos suspendidos en el aire, observando un paisaje que parecía salido de un sueño.
El paseo por las pasarelas en el Parque Nacional de Kemeri fue una experiencia verdaderamente placentera. Con muy poca compañía de otras personas, tuvimos la oportunidad de sumergirnos por completo en la belleza natural que nos rodeaba.
A pesar de que el recorrido en las pasarelas no era largo, pasamos casi toda la mañana disfrutando de cada paso que dábamos. Fue un momento de paz y contemplación en medio de un entorno natural impresionante.
Pudimos detenernos en varios puntos a lo largo del camino, observando las ciénagas desde diferentes perspectivas y tomando fotos .
Nos permitimos disfrutar de la naturaleza en su estado más puro y sentirnos como si estuviéramos solos en medio de un paraíso natural.
Por la tarde, decidimos aventurarnos en una experiencia única en el Parque Nacional de Kemeri, en donde la naturaleza se presenta en todo su esplendor. Nuestro destino: las aguas sulfurosas.
A diferencia de la caminata matutina por las ciénagas, esta aventura promete ser más corta pero igual de fascinante. El aroma inconfundible a huevo podrido era evidente en el aire, aunque afortunadamente no llegó a ser desagradable, sino más bien un recordatorio de la presencia de estas aguas únicas.
Las aguas sulfurosas del Parque Nacional de Kemeri son una maravilla natural que atrae a visitantes de todo el mundo por sus propiedades medicinales y su espectacular coloración.
El cielo, aunque nublado en un principio, nos brindó un respiro y dejó de amenazar con lluvia. Los reflejos de las nubes en las aguas sulfurosas añadieron si cabe más belleza al paisaje.
Las pasarelas circulares que exploramos nos llevaron a través de un paisaje pintoresco, permitiéndonos observar de cerca de las aguas sulfurosas y la vida silvestre que las rodea.
Para terminar la curiosa tradición de tener cementerios en pleno bosque en Letonia nos muestra una conexión única entre la naturaleza y la espiritualidad.